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La prueba de ciclos térmicos acelerados se realiza para determinar la resistencia de los materiales de empaque a la exposición a temperaturas extremas altas y bajas. Con la Prueba de Ciclo Térmico Acelerado, se busca detectar incompatibilidad térmica en el material, agrietamiento y deformación de la junta de soldadura, daños en las puntas y marcas, y fallas en el sello hermético.
En particular, se puede evaluar en términos de resistencia al ciclo térmico que los materiales de empaque adheridos pueden tener diferentes coeficientes de expansión y contracción térmica. Con la prueba de ciclos térmicos acelerados, se determina la presencia de desajustes de coeficiente térmico y la sensibilidad de estos desajustes a cambios de temperatura repetidos.
La prueba de ciclos térmicos acelerados se puede realizar en materiales de empaque de acuerdo con las condiciones especificadas dentro del alcance de la norma pertinente, y se puede interpretar la tasa de impacto del material de empaque de las condiciones ambientales.